Una huelga provocada por la Generalitat Valenciana

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Me cuesta mucho pensar que nuestros dirigentes voceen que no es deseable jamás una huelga cualquiera, mucho menos una de las farmacias por la gravedad que se nos plantea a toda la población.

Las huelgas, personalmente, las creo siempre necesarias para demostrar un descontento. No podrían ser más justificadas pues las que los farmacéuticos valencianos inician a partir de mañana.

Hoy se me presenta un gran dilema con la huelga que, sin fecha de finalización, es ilimitada mientras que los irresponsables del Gobierno de la Generalitat no abonen sus muchas deudas contraídas con las mismas, pues resulta que a causa del ictus sufrido, -va para los tres años que hará el próximo enero-, resulta que se me ha quedado como una de las secuelas, la que me resulta todo un inconveniente surgido con el cierre de la patronal farmacéutica, entonces ¿yo me pregunto?, y como yo puede que muchos otros, quizás se esta la causa, o pudieran ser por otras patologías, el caso es que seremos miles de dependientes crónicos cuyo consumo de fármacos se nos hacen indispensables para poder vivir, ya que en mi caso al padecer una disfagia silente preciso de un espesante que llegada esa fecha veremos quien me la puede dispensar, de no ser que todo esto lo arreglen esos sátrapas que han sido la causa de todo este proceso lógico de los farmacéuticos, porque claro, si no cobran no pagan, y si esto último no puede ser por la falta de más créditos concedidos e incumplidos, precisamente por el incumplimiento de pago generado por la Generalitat ni cobran de la propia generalitat, veremos quien arregla todo esto.

Alrededor de mediados de mes en adelante es cuando se me presenta, personalmente, ésta situación. Por ello dejaría de hidratarme con la toma periódica de agua con el espesante necesario para hacerlo posible. Al igual que yo otros tendrán planteado el mismo problema, posiblemente sean más acuciantes que el mío, también otras medicaciones tendrán que ser diarias y la suspensión creará situaciones trágicas. No quiero ni pensar en la irresponsabilidad de nuestros gobernantes que prefieren dar un dinero a la banca cuando el rescate tiene que ser, obligatoriamente, a las personas. ¿O es que la banca tiene más derecho a la vida que nosotros mismos?...  Eso no lo piensan más que las personas, quienes no tienen lugar para albergar los mismos sentimientos, a esos ni les preocupa y, amigos, esto es  muy alarmante para todos nosotros que dirijan nuestros destinos en la vida unos descerebrados que son únicamente una masa de carne con ojos. No nos valen, son personas a las cuales nos gustaría darles una botación mayoritaria en sus groseros traseros (si, de botar) ya que no sirven de otra cosa más que para recibir patadas allá donde la espalda pierde su casto nombre.

De no ser resuelto inmediatamente este problema, tendremos que ver si en algún hospital nos pueden atender nuestras demandas de medicación, de otro modo estaríamos abocado a la exterminación consciente por unos majaderos que nos están buscando día a día, la ruina que nos traen con sus repugnantes acciones.

En mi mente se me pasa una denuncia en toda regla contra la Generalitat Valenciana si esta no me da soluciones, o que dimitan si el problema que ellos mismos han creado con su negligencia no tiene un final mas digno, ya que considero que esta es una situación criminal a la que han llegado actualmente.

Y me sabe mal las palabras que salen de mi mente ya que no me considero una persona nada agresiva, soy bastante conciliadora por otra parte, pero es tal la desesperación que han creado en mí con sus actuaciones que ya no es posible hablarles de otra forma para que de una vez por todas me entiendan. Posiblemente este sea el sentir de miles de anónimos inmersos en esta debacle que se nos ha creado y que no tienen otro medio para expresarse, pero lo hago por todos ellos, los dependientes, diversos funcionales y por mi mismo que no encontramos otro medio donde pedir formalmente SU DIMISIÓN si es que todavía les queda algo de vergüenza, y creanme que piensen que nunca la deben haber conocido.

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