Viejos y dependientes metidos en un mismo cajón.

No es precisamente la titulación que más me agrada, la denominación de viejos tampoco la de dependientes.  Hubiera preferido otra acepción más idónea, pues viejos suena a trasto, y dependientes a personas que no saben guiarse de si mismos y, ¡que va del peluquín!, amigo. En todo caso somos personas mayores que junto a las diverso funcionales estamos todos defendiendo la aplicación urgente de nuestras legítimas percepciones designada por la llamada Ley de Dependencia, que pese a su vigencia no se cumple, digo yo para que servirá la justicia que buenos euros nos cuesta a todos.

No somos este colectivo moco de pavo, precisamente. Llegará un día que todos podamos reconocer la inmensa labor social que el concurso de los abuelos -iaios me gusta más- supone para este estado. Y es que me pregunto frecuentemente que sería de el sin los iaios que silenciosamente están salvándolo de tanto insensato como tenemos dirigiendo esta cosa que algunos les da por decir, sin ninguna vergüenza ni rubor, que somos patria.

Ese iaio que se queda con sus nietos para que el primero los lleve a la escuela; esos iaios que de su pensión mensual se la gasta sobrellevando el peso de alguna que otra familia además de la suya. Esos iaios que los llevan al médico cuando están malitos; esos iaios que le dan diariamente de comer; esos que se los llevan al cine... Y es que hoy en día los hijos -el úno político- han de marchar a trabajar para poder alcanzar, si tiene alguna suerte, allá a finales de mes.

Tenemos a unos descerebrados pensando en reducirles las pensiones. Una salvajada, pues digo yo, si lo hicieran como iban a dedicarle una parte a su hijos para que puedan malvivir hasta finales de mes si no pueden pasarles una ayuda porque el "papá estado" conviene antes en hurtarsela. Si digo hurtar porque la palabra robar ya es otra cosa mucho más fuerte, pero así y todo hemos de pronunciarla para que sirva al menos de consuelo saber que esos ladrones lo saben, aunque miren como vienen haciéndolo habitualmente, mirando hacia otro lado.

Como diría aquella famosa socióloga americana creo o a lo mejor era otra cosa, pero que últimante lo dijo y de esta entrevista se hiciera eco el diario Levante cuando dijo más o menos "Los españoles son como unas ratas, esperemos  a ver hasta donde son capaces de aguantar el sufrimiento sin antes  llegar a sublevarse"

Pues bien, señores salvapatrias, sepan que si vds. se metieran con los iaios, ya no solo con los dependientes, sino los iaios, vendrían a arruinar esta España de la que siempre y hasta se les llena la boquita, pero que allá donde no les vemos, de una españolidad que bien poco a vds. les preocupa, véan sino como El periódico les incrimina a no pocos políticos en activo y algunos en en propio gobierno, tienen sus cuentas o bien en cuentas secretas de Suiza y últimamente en Luxemburgo.

Un día sabrán vds. quienes somos los iaios y que es lo que hacemos por esta España sin tantas memeces como José María Aznar escribe en sus memorias, y vienen a ser insustituibles.

¡Ese visionario!... pero claro, siempre va y alguno le acompaña.

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